Cerramientos de terrazas y porches
Cerramientos para aprovechar mejor terrazas y porches.
Terrazas y porches de viviendas tienen un más largo aprovechamiento en todas las épocas del año cuando se realizan cerramientos adecuados a la estética de la vivienda y a la función que se quiere dar al espacio exterior. Es una reforma sencilla que apenas ocasiona molestias a los residentes en la vivienda y que sin embargo les aporta muchas satisfacciones...
Además, en grandes ciudades como Madrid donde el ruido de la calle y la contaminación permiten un uso muy limitado de las superficies situadas en el exterior de los pisos, a menudo es casi indispensable realizar esta reforma de la terraza para evitar la acumulación de suciedad.
Afortunadamente, las opciones para acertar con el cerramiento de terrazas y porches son muchas, y es posible elegir entre muchos tipos de instalaciones: ventanas o puertas correderas, sistemas plegables o una de las últimas opciones y que más éxito está teniendo para salvaguardar las vistas: las cortinas de cristal.
A la hora de elegir cualquiera de estos sistemas, habrá que tener en cuenta diferentes factores: si se dispone de una bella panorámica desde la casa que es mejor conservar, si en el edificio existe algún tipo de norma sobre la estética de los acristalamientos, por ejemplo, sobre la elección del color del marco, o si se desea que en determinados momentos o épocas del año, el acristalamiento desaparezca 'virtualmente', o sea, que ocupe el menor espacio posible y no moleste...
Acristalamientos correderos: son los más versátiles de todos y a menudo se realizan en aluminio lacado. Su gran ventaja es que no ocupan espacio, al contrario que los abatibles. Una opción muy demandada son las ventanas lacadas en blanco con barrotillo, que imitan el estilo inglés. Son muy apropiadas cuando las vistas no son esenciales e incluso aconsejables en caso de que existan edificios muy cercanos y se desee crear cierta intimidad.
Acristalamientos plegables. Normalmente los ejes que unen las puertas o ventanas se deslizan por unas guías en suelo o techo, permitiendo pasar de la posición de completamente cerrado a diferentes composiciones de plegado, como por ejemplo, todas a un lado, la mitad a un lado y la mitad a otro, etc. Ocupan muy poco espacio una vez plegadas, y el aislamiento es perfecto cuando se cierran.
Cortinas de cristal. Son la opción de referencia cuando se quieren mantener las vistas de una casa despejadas, por lo que a menudo se utilizan en pisos situados en enclaves emblemáticos de las ciudades, en áticos, porches de viviendas unifamiliares con jardín y también en zonas de playa con buenas vistas. Requieren muy poca obra, por lo que las molestias de la reforma son mínimas. Tan sólo es necesario que haya algún techo en el que situar las guías. Plegadas, las cortinas de cristal ocupan mucho menos espacio que los clásicos cerramientos plegables, y su gran ventaja es que los cristales no disponen de ningún tipo de marcol, por lo que una vez que se cierran durante los meses fríos, siguen manteniéndose las vistas.
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Enviado por anonimo el Jue, 2013-05-16 17:44.
Gracias por la informacion, bastante útil
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